Nicaragua se retira de la UNESCO: un nuevo golpe a la educación, la libertad de prensa y los derechos humanos

La decisión del gobierno de Nicaragua de abandonar la UNESCO en mayo de 2025 se suma a una serie de acciones que reflejan su creciente aislamiento internacional y su distanciamiento de los principios democráticos. Este retiro no solo tiene implicaciones simbólicas, sino también prácticas, especialmente en el acceso a programas educativos, culturales y científicos que benefician directamente a la población.

La decisión del gobierno de Nicaragua de abandonar la UNESCO en mayo de 2025 se suma a una serie de acciones que reflejan su creciente aislamiento internacional y su distanciamiento de los principios democráticos. Este retiro no solo tiene implicaciones simbólicas, sino también prácticas, especialmente en el acceso a programas educativos, culturales y científicos que benefician directamente a la población.

Un retiro motivado por la censura

El anuncio de salida se produjo inmediatamente después de que la UNESCO otorgara su Premio Mundial de Libertad de Prensa al diario La Prensa, uno de los pocos medios independientes que aún informa desde el exilio. Esta reacción revela la intolerancia del régimen ante cualquier reconocimiento internacional a voces críticas. En lugar de asumir la crítica como parte de un entorno democrático, el gobierno opta por cerrar espacios de diálogo y cooperación.

Educación en retroceso

En los últimos años, la educación en Nicaragua ha sido objeto de una profunda transformación que ha debilitado su calidad, autonomía y pluralidad. Decenas de universidades han sido cerradas o intervenidas, y muchas otras han sido absorbidas por estructuras estatales que responden directamente a intereses políticos. La expulsión de estudiantes por motivos ideológicos, la eliminación de carreras críticas y la falta de garantías para la libertad académica han limitado seriamente el derecho a una educación libre e inclusiva.

Silencio impuesto a la prensa

La represión contra el periodismo ha alcanzado niveles alarmantes. Periodistas, comunicadores y medios independientes han sido criminalizados, forzados al exilio o silenciados mediante confiscaciones y cierres. La información crítica se ha visto reducida al mínimo, y la ciudadanía enfrenta grandes obstáculos para acceder a datos verificados y plurales. Como afirmó el Comité para la Protección de los Periodistas en 2024, “la libertad de prensa en Nicaragua es prácticamente inexistente”.

Derechos humanos sin instituciones

La salida de la UNESCO no es un hecho aislado. En los últimos meses, Nicaragua también abandonó otros organismos internacionales de derechos humanos, dejando a su población sin canales formales de denuncia ni acompañamiento. Este desmantelamiento institucional busca consolidar un control absoluto sobre la vida pública, anulando la posibilidad de contrapesos y vigilancia.

Conclusión

Retirarse de la UNESCO implica, en los hechos, renunciar a compromisos globales con la educación, la libertad de expresión y los derechos fundamentales. El régimen nicaragüense opta por el aislamiento y el control, mientras miles de personas —docentes, periodistas, estudiantes y defensores— continúan luchando dentro y fuera del país por un futuro en libertad. Como lo expresó recientemente la directora de la UNESCO, Audrey Azoulay, “Nicaragua pierde importantes oportunidades de desarrollo al romper estos lazos de cooperación”.

Conoce más información: https://www.unesco.org/es/articles/declaracion-de-la-unesco-tras-la-decision-de-nicaragua-de-retirarse-de-la-organizacion

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