“El niño que domó el viento” cuenta la historia de William Kamkwamba, un adolescente de una zona rural de Malawi que, ante una fuerte crisis alimentaria en su comunidad y con acceso limitado a recursos y oportunidades, logra construir un molino de viento para generar electricidad y llevar agua a los cultivos. Inspirado por libros de ciencias que encontró en una pequeña biblioteca, William combina ingenio, observación y persistencia para encontrar una solución real a una situación difícil que afecta a su familia y su pueblo.
La película ofrece una mirada realista y conmovedora sobre los desafíos que enfrentan muchas comunidades, al tiempo que muestra cómo el compromiso, la creatividad y el deseo de aprender pueden generar cambios concretos. También invita a reflexionar sobre temas como la sostenibilidad, la desigualdad de oportunidades, el valor del conocimiento y la importancia de creer en las propias ideas, incluso cuando otros dudan.